Después de pasar 4 días trotando por las montañas llego a la Isla del Sol, en el lado boliviano del lago Titicaca. No puedo creer la suerte que estoy teniendo con el tiempo... Enseguida que pongo un pie en tierra siento que la isla me ofrece todo lo que necesito, pero joder! se empeñan en ponerlo difícil: 400 escalones para empezar y aquí la altura sí que te deja sin respiración...

Pero llegar arriba merece la pena y me siento en una roca a dejar pasar el tiempo.


Cuando ya tengo los ojos cansados de tanto mirar el reflejo del sol en el agua, me pongo a caminar y sin darme cuenta comienza a anochecer y vuelvo sobre mis pasos para ver el atardecer. Me planto los cascos y allí me quedo yo conmigo misma tan contenta, hasta que una niña se me acerca. Quiere escuchar música extranjera y le pongo a Glenn Miller. ¡Más fuerte, más fuerte! me dice sonriendo.


Se ha ido la luz en toda la isla y no se ve una mierda... habré pisado un millón de boñigas de burro y de llama, pero da igual porque aquí la luna es increíble. Al borde del acantilado me encuentro una pequeña cabaña con cuatro mesas: "Las velas" y me como una pizza impresionante de brocoli con quinoa, un cereal andino que está delicioso. El cocinero y su mujer deberían dar clases de amabilidad, honradez y servicio y me cuentan historias de la isla. Ais... Qué de puta madre se está aquí!
Hace frío, estoy lejos de caaaaaasa. Hace tiempo que estoy sentada sobre esta pieeeeedra... De esta guisa llego a La Paz. A las 23:00 y lloviendo. Me voy directa al hostal y el recepcionista me dice que sólo le quedan habitaciones de 8 y 12 personas... igual me da. Me acompaña hasta el cuarto y según abro la puerta casi me caigo al suelo del olor a pies, a humanidad y a muerto que hay allí dentro. En la penunmbra distingo a unos seis cuerpos durmiendo a pierna suelta, así que intento no hacer mucho ruido. Pero tengo que hacer la cama y me ha tocado la litera de arriba. Cuando termino y según bajo las escaleras oigo un "craaaack" entre mis piernas... cojonudo, se me han roto los pantalones. Como en la oscuridad no encuentro el candado, duermo con el bolso debajo de la almohada y cuando apoyo la cabeza, a mi derecha se oye un "jrrrrrr"... cojonudo, el tío de al lado ronca y por el ventanuco de la pared entra un rayo de luz cegadora que va a parar justo a mi ojo izquierdo. Y encima en la sala contigua al barracón hay gente viendo la tele. Creo que necesitan un whisper XXXXXXL porque parece que tengo un home cinema en la oreja.
Pero aquí no acaba todo... y es que el suelo del edificio es de madera de la época de cuando san josé era carpintero y cuando alguien cruza el pasillo, la litera experimeta vibraciones propias de un terremoto de grado seis.
Ya cuando entro en fase REM medio sorda, ciega y con síntomas de párkinson, las picaduras de los mosquitos me empiezan a picar horriblemente. Intento no rascarme, pero es imposible, me pica tanto que me duele... parece que tengo sarna. Y de repente me acuerdo: ¡coño! si en Cuzco dejé dos bolsas con ropa para lavar y sólo me llevé una! ja! Hago recuento de las pérdidas: seis camisetas, 3 pares de calcetines y dos bragas... bueno más se perdió en la guerra.
Esa noche soñé que me robaban la mochila con todo dentro y tenía que ir desnuda al consulado y había tanta cola que cuando llegaba mi turno me cerraban la ventanilla.
En fin, pero como suele decirse: cuando sale el sol las cosas se ven de otro modo y por primera vez desde hace semanas puedo darme una ducha de agua caliente. Ni tibia, ni fría, ni congelada.... caliente!!! Y ya oliendo a flores silvestres, me espera un desayuno de tortitas con café.
No tengo ninguna gana de hablar con nadie y este hostal parece un gallinero. Frank, un alemán que conozco en la cocina está empeñado en que vayamos juntos por ahí, pero me da un mal rollo que te cagas así que le enseño mis piernas llenas de pústulas a ver si así se le quitan las ganas, pero nada... y encima una estúpida rubia estadounidense se pone a decir gilipolleces de Brasil. Así que en cuanto puedo me esfumo de allí tan rápido que ni David Copperfield y por 4 euros me pillo una habitación individual con bañi y me voy a pasear por la ciudad que es estupenda. Un caos absoluto!!

Me encanta comer en los mercados y La Paz está repleta de ellos. Aquí te sientas a zampar entre puestos con pollos desplumados y tarros de Nivea. Higiene... dudosa, pero el guiso revuelto y las salteñas están cojonudos y me encanta observar el entorno, mucho más interesante que los turistas de los restaurantes.


Y ya está! Que lo estoy pasando que te cagas y no me parece que haya pasado ya un mes y medio desde que me fui. Os echo muchísimo de menos y me acuerdo de vosotros cada vez que veo cualquier cosa curiosa que son miles. Ya os podríais sacar un billetito y pasar las Navidades en Buenos Aires, en Iguazú o donde se tercie.
Un millón de besos y un abrazo enorme para todos. Porfis enviad los números de teléfono al correo: laura_cs_@hotmail.com
Que Paolo tiene noviaaaaa!!!???? Que me cuentas Pedri!! Por el amor de jesucristo!! Bueno Ottavio, te has quedado solo en la Liga y en la Champions... aprovéchalo!!